miércoles, 30 de abril de 2014

Higgs y la Particula de Dios

La existencia del éter fue desacreditada por el experimento de Michelson y Morley. El experimento de Michelson y Morley fue uno de los más importantes y famosos de la historia de la física. Realizado en 1887 por Albert Abraham Michelson (Premio Nobel de Física, 19071 ) y Edward Morley, está considerado como la primera prueba contra la teoría del éter. El resultado del experimento constituiría posteriormente la base experimental de la teoría de la relatividad especial de Einstein.

En la base de un edificio cercano al nivel del mar, Michelson y Morley construyeron lo que se conoce como el interferómetro de Michelson. Se compone de una lente semiplateada o semiespejo, que divide la luz monocromática en dos haces de luz que viajan en un determinado ángulo el uno respecto al otro.

Con esto se lograba enviar simultáneamente dos rayos de luz (procedentes de la misma fuente) en direcciones perpendiculares, hacerles recorrer distancias iguales (o caminos ópticos iguales) y recogerlos en un punto común, en donde se crea un patrón de interferencia que depende de la velocidad de la luz en los dos brazos del interferómetro. Cualquier diferencia en esta velocidad (provocada por la diferente dirección de movimiento de la luz con respecto al movimiento del éter) sería detectada.

Según Higgs, existe un campo que permea todo el Universo, y las partículas se mueven a través de ese campo igual que los peces lo hacen a través del agua o un avión a través del aire. Cuanto mayor es la partícula, más resistencia encuentra al moverse.

La masa sería precisamente eso, la cantidad de resistencia encontrada por las partículas al moverse por el campo de Higgs. Algunas partículas, como los fotones, no tienen masa y pueden viajar a la velocidad de la luz. Pero esa es una excepción. Todas las demás (protones, electrones, neutrones…) viajan más despacio porque encuentran esa resistencia e interactúan con las “piezas” mínimas que componen el campo, esto es, los bosones de Higgs.

Cuando colisionan con ellos, las partículas pasan de ser “paquetes de energía” a “paquetes de materia“. Lo cual, dicho sea de paso, es el proceso que permite que existan los objetos sólidos como nosotros. El bosón de Higgs, por su parte, obtiene su masa directamente del campo del que forma parte.

El 4 de julio de 2012 fueron presentados por el CERN, con la presencia de varios científicos, incluyendo al propio teórico Peter Higgs, los resultados preliminares de los análisis conjuntos de los datos tomados por el LHC en 2011 y 2012 en los dos principales experimentos del acelerador (ATLAS y CMS). 
El CMS anunció el descubrimiento de un bosón con masa 125.3 ± 0.6 GeV/c2 a una significación estadística de sigma 4,9,35 y el ATLAS de un bosón con masa 126.5 GeV/c2 de sigma 5.27 Esto cumple con el nivel formal necesario para anunciar una nueva partícula que es "consistente con" el bosón de Higgs.
El campo de Higgs y el famoso bosón eran exactamente esa sustancia, el éter a la que se referían Maxwell y Tesla... 
Recordemos las frases más importantes de cada uno de ellos:

“La concordancia de los resultados parece demostrar que la luz, la electricidad y el magnetismo son manifestaciones de la misma sustancia: la luz es una perturbación electromagnética que se propaga por el campo siguiendo leyes electromagnéticas” - J. C. Maxwell

No hay energía en elementos que no son lo que reciba por el medio ambiente. " - Nikola Tesla


El campo y medio ambiente son distintas formas de expresar lo mismo, el campo de Higgs. La interacción con ese campo está íntimamente relacionada con la masa de la partícula y los fotones prácticamente carecen de masa (h/λc). Por lo tanto la interferencia esperada por el experimento de Michelson y Morley y que declinó por la teoría de la relatividad carece de validez ya que los fotones no sufren ninguna variación con el campo. 



sábado, 26 de abril de 2014

Las Leyes Biológicas

Nuestros pensamientos vibran en distintas frecuencias, Masaru Emoto tuvo una aproximación a este concepto con sus experimentos de la cristalización del agua. En definitiva los dos principales tipos de sentimientos y pensamientos se pueden reducir a dos: pensamientos coherentes e incoherentes.

Los pensamientos coherentes provocan sobre las cristalizaciones del agua formaciones geométricas simetricas y patrones fractales. Y la distribución en frecuencia de este tipo de pensamiento, coincide con el espectro de una persona sana y feliz. Los pensamientos incoherentes no provocan sobre el agua formaciones estructurales simétricas. Y están íntimamente relacionados con las enfermedades que se pueden producir en el cuerpo humano.

El gran trabajo de Rick Geer Hamer, a quien se le ha inhabilitado por pronunciar unas leyes enfrentadas a los intereses económicos de grandes corporaciones farmacéuticas, ha encontrado una correlación extremadamente elevada entre las enfermedades y un origen psicosomático y lo más increíble de todo es que lo ha demostrado.

Debido a su profesión, especialista en radiología, ha podido estudiar unos patrones de interferencia visibles en los escáneres cerebrales (sin contraste), estos patrones de interferencias conocidos como “artefactos” aparecían en el 100% de los casos en el mismo lugar cuando analizaba casos de pacientes con la misma patología. 


Para descartar esta teoría, varias maquinas fueron puestas a prueba en la Siemens dónde se pudo demostrar que dichos artefactos realmente existían en el cerebro del paciente. De esta forma, definió la primera de las cinco de leyes.

1.ª ley (“ley de hierro”): Las enfermedades graves se originan por un acontecimiento inesperado que es vivido como muy difícil, agudo, dramático y en soledad. El contenido del “conflicto biológico” desencadenado por este choque determina la localización de un foco de actividad que aparece en el cerebro y que según Hamer, se puede ver en un scanner cerebral en forma de un conjunto de circunferencias concéntricas.

Al continuar investigando, se descubre dos fases en el proceso de la enfermedad, patrones de interferencia concéntricos (que todavía tienen el conflicto activo) y los que tienen en forma de circulo con una mancha o un edema cerebral (que han tenido el conflicto y lo han resuelto). Esto también ocurre en el 100% de los casos.

2.ª ley (carácter bifásico de las enfermedades): Un paciente que no haya resuelto su conflicto se encontrará en la primera fase, la de conflicto activo, en la que predomina el sistema nervioso simpático y que se manifiesta como una “enfermedad fría” acompañada de piel y extremidades frías, estrés, pérdida de peso y trastornos del sueño. Si consigue resolverlo, entra en la segunda fase, la de curación posterior a la resolución, con predominio del sistema nervioso parasimpático, que suele diagnosticarse como una enfermedad diferente y “caliente” (reumática, infecciosa, alérgica, etc.). En esta segunda fase el foco cerebral sufre un edema y en ocasiones una proliferación de células de la glía que la medicina convencional suele diagnosticar como tumor cerebral. Es la segunda fase la que suele conllevar más riesgo, y solo cuando se completa llega la curación completa. En algunos casos, puede ser preferible no resolver el conflicto sino reducir su intensidad a un nivel razonable, antes que afrontar la segunda fase.

En esta fase de investigación Hamer encuentra algo que no concuerda. Muchas veces está el conflicto en solución; con su imagen cerebral en forma de mancha; a nivel psíquico, pero hablando con el paciente, este relata que tuvo el conflicto pero que ya lo ha resuelto; y en ese momento empiezan a aparecer los síntomas a nivel orgánico. A veces no existe relación entre el estado emocional del paciente, su estado cerebral y algunas enfermedades. En la fase activa no han dado señal, sin embargo en la fase de solución empiezan a dar sintomatología.

Cuando Hamer llevaba observados alrededor de 10000 casos, y después de haber trabajado de forma puramente empírica, documentando sistemáticamente todos los casos, coleccionando los escaners cerebrales y los resultados histológicos; los reagrupó y comparó, comprobando que se desprendía de ello un resultado impactante que hasta entonces se hubiese creído imposible, que existía un sistema.
Muchos pacientes desarrollaban, durante la fase activa, un tumor compacto, es decir, una proliferación celular. Otros en cambio desarrollaban algo durante la fase vagotónica, tras la conflictolisis. 

Y difícilmente podía tratarse de lo mismo. Existían dos clases de proliferación celular: una especie de proliferación celular en la fase simpaticotónica de actividad conflictual, y otra especie de proliferación celular en la fase de curación de aquellas enfermedades que durante la fase de actividad conflictual habían cursado con reducción celular (agujeros, necrosis, úlceras, abscesos).

Estas enfermedades presentaban proliferación celular en su fase de curación, con lo que empezó a comparar incansablemente estos diversos fenómenos. Así comparando, Hamer acabó por descubrir el sistema de funcionamiento. Constató que los tumores que se formaban durante la fase de actividad conflictual por proliferación celular tenían siempre sus relés cercanos uno de otro en el cerebro, concretamente en el tronco cerebral y cerebelo. Estas dos partes del cerebro constituyen en su conjunto lo que denominamos el cerebro antiguo. Así pues, todas las enfermedades cancerosas que manifestaban una proliferación celular en el transcurso de la fase de actividad conflictual tenían sus relés (el punto desde donde eran dirigidas) en el cerebro antiguo.

Todos los supuestos tumores, que no son más que una forma de curar exuberante, excedentaria, son durante la fase activa del conflicto, agujeros, úlceras o necrosis, con relés cerebrales siempre localizados en el cerebro propiamente dicho.
El descubrimiento de estas correlaciones marcó el nacimiento de la tercera ley. Esta ley constituye la primera clasificación sistemática del conjunto de la medicina.

3.ª ley (sistema ontogenético de las enfermedades): Los conflictos cuyo foco se halla en el tronco cerebral (que controla los tejidos derivados del endodermo) o en el cerebelo (que controla parte de los tejidos que derivan del mesodermo) conllevan proliferación celular en la fase de conflicto activos, y destrucción de los tumores resultantes en la fase de curación. En los conflictos dirigidos desde el cerebrum (que afectan al resto de tejidos derivados del mesodermo y a todos los procedentes del ectodermo) hay o bien una destrucción de células (necrosis, úlceras) o una pérdida o alteración de la función durante la fase activa. La reconstrucción de los tejidos dañados en la fase de curación también puede ser diagnosticada como un tumor.

En este contexto el término ontogenético significa que ni la localización del Foco de Hamer en el cerebro, ni el tipo de los tumores o de necrosis son casualidad. Por el contrario, todo está programado de forma muy lógica e inteligible por la historia de las transformaciones ocurridas en el individuo desde la fecundación hasta su perfecta constitución, es decir, la ontogénesis.

Esto llevó a Hamer a investigar sobre Embriología. Esta ciencia es la parte de la medicina que estudia la evolución del embrión, desde el momento de la fecundación hasta el momento del parto. Se dice que la ontogenia es la recapitulación de la filogenia. Eso significa que la evolución de las diferentes especies hasta llegar al hombre queda resumida durante la fase embrional e infantil. 

En el desarrollo embrionario sabemos que existen tres capas embrionarias diferentes que se forman desde el preciso instante del desarrollo del embrión, y de las que derivan todos los órganos:
  • La capa embrionaria interna o endodermo
  • La capa embrionaria media o mesodermo
  • La capa embrionaria externa o ectodermo
Cada una de estas capas embrionarias, se transforman en los distintos tejidos y órganos, además Hamer descubrió que nuestro organismo utiliza los microbios, bacterias y virus para trabajar en los procesos curativos.
4.ª ley (sistema ontogenético de los microbios): Los microbios no causan las enfermedades sino que nuestro cuerpo los usa, siguiendo las instrucciones del cerebro, para optimizar la fase de curación, si están disponibles. Los hongos y micobacterias trabajan en los tejidos originados a partir del endodermo y en los de origen mesodérmico controlados por el cerebelo. Las bacterias trabajan en todos los tejidos mesodérmicos y los virus en los ectodérmicos.

Finalmente Hamer desarrolló la quinta ley:

5.ª ley (“quinta esencia”): Cada par de enfermedades tal como ha quedado descrito es un “programa especial de la naturaleza con un sentido”, desarrollado a lo largo de la evolución para permitir a los organismos salir de su funcionamiento ordinario para lidiar con situaciones particulares de emergencia.

Toda la medicina occidental, trabaja con hipótesis, y estas se cumplen algunas veces y otras no. Pero una ley se cumple en el 100% de los casos, y Hamer ha encontrado 5 de estas. Esta información no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, lo único que busca es que estos profesionales investiguen sobre todo lo que puede mejorar la calidad de vida humana. 

viernes, 25 de abril de 2014

El campo bioenergético

La caja de resonancia más importante de que dispone el ser humano es la cabeza. Y el oscilador principal es el corazón, capaz de emitir las frecuencias y armónicos energéticos sutiles que son capaces de crear los distintos modos propios en las regiones de nuestro encéfalo.

Desde hace tiempo se ha ido estudiado sus partes (cerebro, cerebelo, bulbo raquídeo, cortex cerebral, regiones,...) Pero ni lo que denominamos inteligencia, creatividad, memoria, ni ninguna de las capacidades más importantes de las que dispone el ser humano, tiene una ubicación exacta en nuestro cerebro; un concepto que intenta demostrar la ciencia occidental con costosos y exhaustivos estudios.

Este fracaso en su localización se debe a que otras medicinas tradicionales como la China u otras similares, capaces de paliar y controlar determinadas patologías, tienen en cuenta a nuestro cuerpo como un sistema energético ya que nuestro cráneo tiene un comportamiento similar al de un Resonador de Helmholtz; lo que en lugar de disponer de una única abertura, dispone de varias al igual que un instrumento musical.


En su interior las ondas y los modos propios se comportan de una forma similar aunque tienen una velocidad de propagación diferente por moverse en un medio compuesto o masa encefálica con distintas densidades. En definitiva es un sistema resonante y su estudio puede ampliarse a sistemas resonantes en medios físicos, de distintas densidades, que a su vez pueden variar la frecuencia fundamental y sus armónicos.

Esto no es nuevo; físicos, músicos y médicos (antes chamanes, monjes y curanderos) desde hace muchos años descubrieron que existían sonidos que podían interactuar con nuestro organismo, y que estos sonidos estaban íntimamente ligados a nuestro cuerpo y alma. Tienen muchos y variados nombres como cantos religiosos, mantras, o rezos y los sonidos instrumentales. Que en teoría permitían conectar al ser humano consigo mismo o con su Dios. Además, sabían que algunos sonidos estaban relacionados con algunos órganos del cuerpo humano.


Nuestro campo bioenergético tiene la capacidad de comunicarse con cualquier parte de nuestro organismo sin necesidad de transmitir bioquímicamente esa información. Es decir, tenemos una especie de Wifi o Aura propia que permite comunicarnos e interactuar con cualquier parte de nuestro organismo.

Veamos un ejemplo, cuando nos hacemos un corte dónde perdemos distintos tipos de tejidos, de forma que no se puede enviar la información a las células en la reconstrucción. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de comunicarse con las células que se encargan de la reconstrucción sin necesidad de transmitirse por redes neuronales, esto es posible a un campo energético capaz de transmitir la información en la reconstrucción. 

En definitiva, las células tienen la capacidad de recibir de este campo la información necesaria para adoptar una morfología u otra, es decir si se va a convertir en una célula de un determinado tipo de tejido u otro (endodermo, mesodermo y hectodermo). Todo esto sin estar ligadas a una comunicación directa “por cable” o bioquímicas con nuestro cerebro, las instrucciones de regeneración (y muchas otras) son controladas por el campo bioenergético. 

Este campo de energía, es la base de nuestra actividad biológica y mantiene sincronizadas todas las funciones del cuerpo y cuando esa estructura bioenergética se desequilibra comienzan a aparecer determinados síntomas físicos, psíquicos, emocionales y espirituales que habitualmente llamamos enfermedades. Estas enfermedades pueden detectarse en el campo energético antes de que los síntomas aparezcan en el cuerpo. Además, se podrían evitar las enfermedades corrigiendo el campo bioenergético donde comienzan a manifestarse las perturbaciones.

jueves, 24 de abril de 2014

Maxwell. La Segunda Gran Unificación.

Uno de los genios que más brilló por su trabajo fue James Clerk Maxwell (1831-1879), un físico escocés conocido principalmente por haber desarrollado la teoría electromagnética clásica, sintetizando todas las anteriores observaciones, experimentos y leyes sobre electricidad, magnetismo y aun sobre óptica, en una teoría consistente.

Las ecuaciones de Maxwell demostraron que la electricidad, el magnetismo y hasta la luz, son manifestaciones del mismo fenómeno: el campo electromagnético

Desde ese momento, todas las otras leyes y ecuaciones clásicas de estas disciplinas se convirtieron en casos simplificados de las ecuaciones de Maxwell. Su trabajo sobre electromagnetismo ha sido llamado la "segunda gran unificación en física", después de la primera llevada a cabo por Isaac Newton.

Maxwell es el creador de la electrodinámica moderna y el fundador de la teoría cinética de los gases. Formuló las ecuaciones llamadas "ecuaciones de Maxwell", y que se definen como las relaciones fundamentales entre las perturbaciones eléctricas y magnéticas, que simultáneamente permiten describir la propagación de las ondas electromagnéticas que, de acuerdo con su teoría, tienen el mismo carácter que las ondas luminosas. 

Más tarde Heinrich Hertz lograría demostrar experimentalmente la veracidad de las tesis expuestas por Maxwell. Sus teorías constituyeron el primer intento de unificar dos campos de la física que, antes de sus trabajos, se consideraban completamente independientes: la electricidad y el magnetismo (conocidos como electromagnetismo). 

Sus ecuaciones se simplificaron a estas cuatro fórmulas:

Ley de Gauss:

Ley de Gauss para el campo magnético:

Ley de Faraday:

Ley de Ampère Generalizada:

Estas son las fórmulas simplificadas de James Clerk Maxwell  sus originarias fórmulas estaban compuestas por 20 ecuaciones con 20 incógnitas.  A pesar de ello describen con gran exactitud el comportamiento de las ondas electromagnéticas, y los campos eléctrico y magnético.

Maxwell tradujo al lenguaje matemático las ideas de Faraday. En la “Teoría dinámica del campo electromagnético” (1864) Maxwell vislumbra la nueva estructura para la descripción de la realidad. 

Todos los efectos eléctricos y magnéticos se pueden explicar con elegancia. 
Pero al final del trabajo habla sobre la luz: ecuación análoga a la de Euler para ondas sonoras. 


“La concordancia de los resultados parece demostrar que la luz, la electricidad y el magnetismo son manifestaciones de la misma sustancia: la luz es una perturbación electromagnética que se propaga por el campo siguiendo leyes electromagnéticas” 

- J. C. Maxwell

jueves, 17 de abril de 2014

El resonador de Helmholtz

Hermann Ludwig Ferdinand von Helmholtz (1821-1894), fue un médico y físico alemán. Hizo grandes aportaciones al campo del electromagnetismo y a la acústica. Sus alumnos más destacados fueron Heinrich Rudolf Hertz o Max Planck pero sus descubrimientos son utilizados hoy en día por ingenieros y físicos de todo el mundo.

El própio Helmholtz se preguntaba ante todo cuál es la esencia de la sensación sonora, y descubrió que es originada por los movimientos periódicos del aire; investiga después qué es lo que diferencia los tonos musicales entre sí y establece la existencia de tres características: intensidadaltura y timbre o cualidad. Respecto a esta última característica y de un modo particular, Helmholtz admite que es debida a la existencia de "tonos parciales superiores", que hoy llamamos "armónicos" y que se superponen a los tonos fundamentales; su número y su intensidad caracterizan el timbre de un sonido.

Antes que nada, gracias Helmholtz!!! Hoy vamos a ver tu resonador:

Un resonador de Helmholtz es una esfera de bronce taladrada en los extremos de un mismo diámetro por dos agujeros circulares, en uno se fija un conducto cilíndrico y en el otro, uno cónico. 
Cada resonador sirve para amplifica una única frecuencia o nota determinada que va a depender de la dimensión y del tamaño de la abertura. Aunque mi intención en este blog es introducir el menor número de formulas físicas o matemáticas, esta es muy simple y merece la pena conocer.

La caracterización física de este tipo de resonador lo describe como una cavidad con un volumen V, con al menos una entrada a dicha cavidad con una área A y una longitud L.
Las condiciones necesarias para que este estudio es que las paredes de la cavidad deben ser rígidas y que las dimensiones del resonador son pequeñas en comparación con la longitud de onda del modo propio. Un resonador ideal consiste en una cavidad de volumen V con un cuello de área S y de longitud L.
Si la longitud de onda l es mucho más grande que sus dimensiones LS1/2 y V1/3, el aire del cuello se mueve como un bloque de masa m.
De esta forma, estos resonadores se puede modelar como un sistema masa-muelle. El aire dentro de la cavidad es modelado como un muelle y en el cuello es modelado como la masa. Los cambios de presión y de volumen del gas se describen mediante un proceso termodinámico. Si suponemos que la oscilación transcurre muy rápidamente podemos considerar que en el proceso adiabático, los estados iniciales y finales son constantes y el trabajo es igual a la variación de energía interna cambiada de signo.
La frecuencia natural de vibración se expresa como la relación entre la longitud, el área, el volumen y la velocidad de propagación de la onda "c" de la siguiente forma:
Como se puede observar que esta frecuencia propia o principal no depende de la geometría, ni de la forma, sino de sus dimensiones. Además, la velocidad de propagación de la onda "c", dependerá del medio por el que se desplace.


martes, 15 de abril de 2014

Resonancia estructural

Cuando hablamos de la importancia de la resonancia, siempre se suele utilizar como ejemplo el puente de Tacoma, este puente se construyo para soportar vientos de hasta 200 km/h pero un día en el que el viento soplaba a 64 km/h. el puente colapsó. Esto se debe a que sobre el puente se creaban vórtices de viento en la frecuencia de resonancia o frecuencia propia del puente, lo que provoco su colapso.


Aunque no se descartan otros factores, este puente principalmente fue destruido por el efecto de la resonancia. Este es un vídeo muy ilustrativo de por qué la frecuencia afecta a unas estructuras y no a otras.


A la hora de diseñar una estructura se debe tener en cuenta este efecto.

domingo, 13 de abril de 2014

Resonancia Musical

Podemos estudiar la resonancia desde distintos campos, el acústico, magnético, mecánico, eléctrico,...etc

Hoy vamos a ver la resonancia en el ámbito de la música, una de la forma más espectacular de contemplar el poder de la resonancia es cuando una soprano hace estallar una copa con su voz.


En una guitarra, podemos variar la frecuencia de vibración modificando su tensión, longitud o cambiando la presión sobre una cuerda en un traste distinto. Este cambio de parámetro, es lo que genera diferentes tonos o notas.


La guitarra dispone de una abertura en una caja de resonancia, que provocan en el interior unos puntos máximos y mínimos de presión, llamados modos propios que en una guitarra tienen una forma similar a la siguiente: 


Cada instrumento tiene una distribución de los nodos y vientres de presión que se conforman un conjunto de frecuencias.


De todas las frecuencias, destaca una, llamada frecuencia fundamental o nota musical) y unas frecuencias secundarias.


Estas frecuencias secundarias también denominadas armónicos son frecuencias distintas de la fundamental, que dependen del material, huecos y dimensiones del instrumento. Estas frecuencias secundarias o armónicos son las que nos permiten diferenciar un instrumento de otro.


La gran mayoría de los instrumentos cuentan con una caja de resonancia, que puede estudiarse como resonador de Helmholtz. Otro día veremos como se caracteriza este tipo de resonador.


viernes, 11 de abril de 2014

Modos Propios

Todo elemento susceptible de vibrar, al separarlo desde su punto de equilibrio y dejarlo libre, vibra siempre en unas determinadas formas denominadas modos propios de vibración.

Una onda en un recinto cerrado, tras un recorrido vuelve a encontrarse en su punto de partida. 

A este tipo de onda se le denomina onda estacionaria, porque es una onda que no progresa, la energía no se propaga fuera del recorrido de esta onda. 
Este fenómeno da lugar a una distribución heterogénea de la energía de la onda estacionaria, dónde habrá puntos máximos de energía (vientres), y puntos mínimos (nodos).
Estos modos propios, llevan asociadas unas frecuencias características o frecuencias propias de vibración y que dependen de su naturaleza, geometría, dimensiones y las características de los materiales. A cada frecuencia de las posibles ondas estacionarias que se forman en un espacio corresponde una frecuencia característica de un modo propio o natural de vibración. 

Un foco energético en el interior de un recinto cerrado produce un campo energético, dónde se puede producir el fenómeno de resonancia, debido a la coincidencia de las frecuencias correspondientes a los modos propios de vibración de la misma. 

El fenómeno de resonancia consiste en la excitación de los modos propios del recinto cuando el campo de este foco energético coincide con las frecuencias propias del recinto, produciéndose entonces ondas estacionarias en distintas direcciones y frecuencias.

Una vez comienza la emisión energética estos modos quedan excitados y se ponen a vibrar cada vez con mayor amplitud, hasta el momento en que se establece un punto de equilibrio entre la energía que recibe y la que se pierde por absorción.

El número de nodos y vientres aumenta con la frecuencia, de manera que a baja frecuencia los picos son de mayor intensidad relativa y están más separados entre sí, mientras que a altas frecuencias estos picos son más numerosos y de altura relativamente mayor.
Aquí se pueden contemplar los modos propios de vibración en una estructura cuadrada. 
La frecuencias dependerán en este caso de las dimensiones del cuadrado empleado, pero lo más interesantes es que podemos contemplar con claridad los modos propios de vibración de la estructura.